Debe ser una de las cosas más terribles que le puede pasar a un padre. El no saber que le ha pasado a tu hijo debe ser incluso más duro que el hecho de saber que esta muerto. Por lo menos así sabes que estará descansando en paz, pero el no saber como está, si estará sufriendo, pasando hambre o frío debe ser simplemente insoportable.
Ella dormía en un departamento junto a sus hermanos mellizos de 2 años mientras sus padres cenaban a menos de 100 metros de ahí. De pronto, desapareció. Fue el 3 de Mayo.
Quizás estas cosas pasan más seguido de lo que uno cree y ni siquiera se da cuenta. Quizas más cerca de lo que uno cree hay gente sufriendo por un hijo perdido.
Pidamos por ella en nuestras oraciones para que pronto pueda estar de vuelta en casa con su familia. Pidamos por todos aquellos niños que están contra su voluntad lejos de sus padres, aquí y en el mundo.
No nos olvidemos de Madeleine!!